lunes, 5 de julio de 2010

Hemos recibido el llamado a desarrollar la excelencia en los pasos, rutinas, coreografias y todo movimiento queusamos para adorar a Dios
en la Iglesia. Es por eso que dondequiera que vamos y en los eventos donde participamos, procuramos ofrecerle solamente lo mejor al Rey de reyes y al Rey sobre todos los reinos, a Jesucristo nuestro amado Salvador.

Esto demanda un esfuerzo y sacrificio en todos los ámbitos, sin embargo toda siembra dará un fruto de gloria en el Reino de Dios.

Les invitamos a que con corazón dispuesto, ustedes puedan motivar su corazón para ejeercitarse y conquistar la excelencia en las artes
El movimiento de las manos, la postura del cuerpo, el ritmo y la coordinación de todo el grupo, nos ayudará a ministrar con ánimo y con excelencia para nuestro Dios.

Ahora bien, excelencia no significa profesionalismo, pues por medio de la excelencia, buscamos hacer lo mejor que podemos, con los recursos que tenemos a la mano, entregando lo mejor en nuestra danza.

Por medio de desarrollar la excelencia en todo lo que hacemos, logramos que personas ordinarias, comiencen hacer por el Espíritu Santo de Dios, cosas extraordinarias.
Nuestro amado Dios merece todo lo mejor, ánimo y esfuerzo para que puedan desarrollar con excelencia el ministerio de las artes en tu congregación.


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